El año pasado hicimos un calendario de adviento que nos gustó mucho (aquí) y la emoción de cada día abrir un pequeño paquete nos encantó. Pero este año no me sentía nada inspirada para preparar el calendario, empezó diciembre y estaba perezosa. Me daba de plazo este puente, si se me ocurre o veo algo que me apetezca lo preparo.
Fue amor a primera vista.
La silla turquesa nos mostraba un árbol con cajitas de este blog que me enamoró y además ponía el enlace para descargar incluso las cajas estampadas (aquí).
¡Era una propuesta fácil y tenía todos los ingredientes! La rama la trajimos el día que nos fuimos de excursión por el Parque del Moncayo y daba vueltas por casa; tenía cartulinas del año pasado que las compré en el Lidl -tanto estampadas como lisas-, tijeras, pegamento, cuerda... ¡lo tenía todo sin salir de casa! ¡A trabajar!
El viernes, aprovechando el puente escolar, Acher y yo preparamos las cajitas. Mientras yo las cortaba, doblaba y pegaba, Acher estaba pintando, jugando... y conforme las iba haciendo él las iba rellenando con chocolatinas y pasando la cuerda.
Contamos los días que faltaban, cuáles eran fiesta, cuándo llegaba el invierno, cuándo iba a venir Papa Noel, etc. Está lleno de ilusión, este año sí que se está enterando bien de la fiesta, en el colegio se lo han explicado y sabe que ya faltan pocos días para Navidades.
En esta casa no somos creyentes, pero celebramos la llegada del invierno y la Navidad son bonitos días para estar con la familia, ilusionantes con seres mágicos que van apareciendo como Papa Noel y Los Reyes Magos que aparecen en el frío invierno. Habrá regalos, magia, ilusión y fantasía.
Ya ha empezado la ilusión por lo que tiene que llegar.
Nuestro árbol, nuestro calendario está preparado.
A esta rama le hemos dado algo de color con nuestras cajas de cartón.
Así ha quedado, además de los números que le añadimos después.
A partir de ya, cada día abrimos un paquete, la ilusión de encontrarnos 3 chocolatinas, una para cada uno. La ilusión de saber que ha pasado un día más para que llegue el invierno y con él Papá Noel.