Ausentes estamos de la blogosfera desde hace varios meses y del blog desde hace unas semanas.
Pasa el tiempo, pasan los días y seguimos ausentes.
Podría deciros que estos días he estado cosiendo mucho, que he estado con las conservas del huerto, que los peques están muy demandantes... Y sí, sería cierto, pero no del todo.
Llevo tiempo que no me apetece pasearme por la blogosfera, como si estuviera huyendo de la vida virtual. Llevo varias semanas que no me apetece escribir en el blog, como si quisiera refugiarme en mi rincón y cerrar un poco las ventanas.
Un proyecto que pronto hará cuatro años, que ayer superó los 4 millones de páginas vistas, y que de momento no quiero abandonar, pero que ahora mismo necesita un respiro, una pausa.
No quiero profundizar mucho, simplemente dejarme llevar como siempre he hecho, pero es inevitable que a veces piense en lo que me está ocurriendo y me vienen muchas ideas a la cabeza, espero poner orden pronto y volver a la normalidad.
Nuestra vida sigue siendo la misma, la peque creciendo a pasos agigantados y con el peque hemos disfrutado muchísimo del verano; el huerto lo tenemos a tope y estamos con conservas de tomate y berenjena; poco he cosido para la familia -ya teníamos suficiente ropa- y me dediqué a hacer una tanda de pantalones para PaMpA; hemos hecho alguna excursión pero pocas, ha sido un verano casero, no hemos pisado la playa.
Nuestra vida sigue siendo la misma, la peque creciendo a pasos agigantados y con el peque hemos disfrutado muchísimo del verano; el huerto lo tenemos a tope y estamos con conservas de tomate y berenjena; poco he cosido para la familia -ya teníamos suficiente ropa- y me dediqué a hacer una tanda de pantalones para PaMpA; hemos hecho alguna excursión pero pocas, ha sido un verano casero, no hemos pisado la playa.
Gracias a todas y todos los que nos acompañáis.
¡Esperamos volver!
¡Esperamos volver!