Tuvo una época muy interesado en conocer las minúsculas, se le pasó... pero parece que ha vuelto.
Con las letras de la nevera, estableció sus relaciones, las que no sabía lo preguntaba.
Las pusimos en una alfombra, mayúsculas en un lado y minúsculas en el otro.
Y a partir de allí, fue estableciendo sus relaciones. Me encantó ver el significado que le daba a partir de su nombre.
Y así acabó, hizo una clasificación por colores.
Y visto su interés, le preparé una actividad a partir del geoplano que hace días que no lo utilizábamos.
Últimamente le gusta hacer las actividades con nosotros, así que jugamos en familia.
Pusimos unas letras pequeñas de madera en una bolsa, cada uno siguiendo el turno establecido coge una letra y con una goma unimos la mayúscula y la minúscula del tablero... ¡pero cuidado!, hay algunas letras que no están en el tablero -así le dimos más emoción-.
¡Seguimos jugando y aprendiendo!