Lleva todo el verano metiendo y sacando cosas del congelador: vehículos, muñecos, lo que iba cogiendo.
En muchos blogs había visto esta idea que todavía no habíamos hecho y creo que fue en el momento justo.
Buscamos entre los cachivaches y llenamos una caja con objetos.
La llenamos de agua y directa al congelador.
La espera es toda una muestra de paciencia, aguantamos hasta el día siguiente por la mañana.
Hablamos de las formas que podíamos obtener los objetos y eligió ayudarse con sus herramientas, pero al principio fue algo complicado.
Decidió que era mejor opción la espera y la ayuda del sol, cambió de ubicación la caja.
Era emocionante cada vez que podía sacar algo, con qué ilusión lo afrontaba.
Misterios, sorpresas, incógnitas y preguntas.
Y al final sus herramientas sí que hicieron su función.
¡Disfrutó de lo lindo!
¡Toda una mañana estuvimos con la actividad!