En el cole están con un proyecto de la granja, entre otros animales han trabajado y visitado a las gallinas de los abuelos de una de las niñas de la clase. En clase han trabajado con la yema, la clara, han pelado huevos, etc.
Y de forma paralela en casa hacemos algunas actividades. Y así llevamos todo este mes haciendo una vez a la semana huevos rellenos... ¡le encanta comerlos y hacerlos! Y sobre todo darle una sorpresa a papá cuando llega, porque justo los hacemos la tarde que él no está.
Mamá, hoy para cenar huevos rellenos, vamos a hacerlos, y luego le decimos a papá que no hay nada de cena... ¡le encanta darle una sorpresa!
El primer día fuimos primero al gallinero a recogerlos y directamente a la cazuela... ¡nunca más! Ya no me acordaba lo mal que se pelan los huevos duros recién cogidos, qué horror, lo que le costó pelarlos.
Esta parte es la que más le gusta, el primer día yo le ayudé bastante porque se pelaban fatal, pero los siguientes él solo todos los huevos... ¡así da gusto!
Una parte que hay que hacer con mucha delicadeza es la de quitar la yema. Me encanta su concentración. No todos salen perfectos, ¡pero qué más da!
Después le abro la lata de atún y le corto las olivas y él se encarga de hacer toda la mezcla. Mamá remata "la faena" rellenando y decorando.
Me quedo con la ilusión con la que los prepara.