Una estantería expedit (ikea) más en esta casa.
Tenía ganas de reorganizar espacios y materiales y quería involucrar a Acher en el proceso. Teníamos los vehículos, animales y parte de las construcciones en el salón, nos lo hemos llevado a otro espacio. Y en el salón ha ido nuestra nueva estantería. Ya os explicaré más los cambios, porque está ocurriendo lo que esperaba.
La compramos juntos y al día siguiente la montamos, era nuestro proyecto matutino.
Sin duda alguna aprendizajes desde la globalidad, un proyecto que nos marcaba el camino. Montar una estantería nos requiere matemáticas, lenguaje, orientación espacial, motricidad fina... pero englobado en un proyecto global que es motivante y tiene una clara finalidad.
Empezamos sacando todos los materiales y clasificando todos los accesorios. Y a continuación empezamos con el plano de montaje.
¿Qué maderas necesitamos? ¿cuántos tornillos pone? ¿de cuáles? ¿largos o cortos? Hay que cogerlos... ¡cuántos conceptos matemáticos!

De principio a final lo hicimos juntos, inmersos en nuestro trabajo, motivados...

Nos encontramos con números de dos cifras que todavía no identificamos, aunque sí que los sabemos contar.

Los contamos y los colocamos, observamos en el plano dónde había que colocarlos... aquí, allá.

Colocar esta madera parece evidente para nosotros, pero no para un niño de 3 años. Al principio la ponía horizontal, le sobraba por los lados y le faltaba por arriba, la giró y al final supo cómo ponerla.
Una vez que él decía cómo, yo le ayudaba, no penséis que él ha montado sólo la estantería.
Y aquí sí que estuvo rato y rato... ¡cuántas veces escuché el "yo solito, yo solito"!

Y así acabó nuestro proyecto de montaje. La pusimos en el salón y estuvimos trasladando los materiales que irían en ella... ¡os los cuento otro día!