Los deberes es un tema que sale en muchas conversaciones entre familias con hijos e hijas en edad escolar.
Nuestro hijo mayor tiene 6 años y hace primero de primaria. Desde principio de curso nos posicionamos al respecto y llegamos a un acuerdo con la maestra a partir de una carta que le enviamos, para después hablar personalmente con ella.
Durante este curso, nosotros no hacemos deberes por obligación.
La hice pública en ese momento como anónima porque no me pareció oportuno decir que era nuestra. Pero tras nuestra experiencia y viendo lo "quemadas" que están tantas familias en tantos lugares, quiero volver a hacerla pública desde este rincón familiar, diciendo que su autora soy yo, sin miedos y convencida de lo que hice.
Nos entendimos perfectamente con la maestra. Nuestra experiencia nos ha hecho ver que desde el respeto, entre las familias y los maestros nos podemos llegar a entender. El sistema educativo tradicional tiene que cambiar y sólo con la colaboración de todos será posible.
Esta es nuestra opción, no quiero decir que tenga que ser la de todas las familias. Es la opción con la que nosotros nos sentimos bien y estamos convencidos de ella.La carta decía así:
Estimado maestro/a:
En primer lugar nos queremos presentar, somos la familia de xxx, de 6 años, formada por su mamá (zzz), su papá (aaa) y su hermana/o (eee)
Estamos muy preocupados por la crianza y educación de nuestros hijos, tanto dentro como fuera de casa. Fuera de casa la Escuela Pública ha sido nuestra opción, somos auténticos defensores de la escuela pública y nos gusta luchar para que cada vez la escuela tenga mayor calidad.
Y dentro de casa nuestra opción es que nuestros hijos tengan procesos de aprendizaje vivenciales y posibilidad de tener muchas experiencias, que descubran el mundo por ellos mismos, que toquen, sientan, jueguen, etc. Nos encanta acompañar a nuestro hijo en sus intereses y motivaciones, abrirle y mostrarle el mundo tal como es y sobre todo pasar muchos momentos juntos en familia, jugando, paseando, cocinando, leyendo, bailando, escuchando música y aprendiendo.
Todas las tardes estamos juntos y en octubre empezaremos con algunas actividades extraescolares que él ha elegido y que nosotros estamos dispuestos a facilitarle. Los fines de semana nos gusta disfrutar de estar en casa, ir a ver a la familia o escaparnos para viajar.
Después de esta pequeña presentación y como estamos viendo que puntualmente estás enviando pequeñas tareas para hacer en casa, te queremos comunicar nuestra posición frente a los deberes para ver si podemos llegar a un consenso por ambas partes.
Entendemos que los niños, como mínimo hasta que llegan a 3º de primaria, no tendrían que tener deberes ni tareas que realizar en casa por no haberlas terminado en clase. Y quizás a partir de 3º de primaria, ir dedicando progresivamente algún tiempo a repasar lo visto en clase si se considera necesario.
Rechazamos los deberes porque pensamos que los alumnos/as ya están muchas horas en el colegio realizando sus tareas escolares y que cuando salen del centro escolar tienen que hacer lo que ellos elijan libremente, siguiendo sus principales motivaciones y aficiones: jugar libremente, tener oportunidades de ser curiosos, estar con su familia, leer o que le lean, descansar e incluso aburrirse.
Nuestro hijo es curioso e investigador y le encanta aprender, pero este tipo de deberes los rechaza, no le motivan, no aprende y le crea un rechazo al aprendizaje en la escuela. Él se aburre. Y sinceramente, con tareas repetitivas nosotros tenemos el sentimiento de estar perdiendo el tiempo, aunque en ocasiones sólo sean diez minutos.
Cada maestro o maestra suponemos que tiene sus motivos para mandar deberes a sus alumnos/as: tener un tiempo individual de trabajo, para que los padres se impliquen en el proceso de aprendizaje, para reforzar conocimientos, como hábito de trabajo para estudiar en un futuro. Para nosotros los deberes tradicionales no cumplen ninguno de los motivos anteriores.
Queremos que a nuestro hijo le guste el colegio, que siga queriendo aprender e investigar, que siga siendo curioso, que tenga ganas de descubrir el mundo y que esté motivado y por eso te pedimos que respetes nuestra opción de no entender los deberes como algo obligatorio sino como voluntario.
Queremos gestionar nuestro tiempo y te aseguramos que tendrá muchos aprendizajes que seguro que reforzarán todo lo que podáis hacer en el colegio. Tendrá tiempo para jugar, para estar en familia, para cocinar, jugar a baloncesto, para investigar e incluso tiempo para aburrirse, que para nosotros también es un tiempo muy valioso.
Estamos convencidos de esta opción respecto a los deberes y así lo compartimos con nuestro hijo, no consideramos que sea una irresponsabilidad sino una defensa de lo que consideramos justo, él así lo ha entendido, defendiendo sus derechos como niño a tener su tiempo libre y de ocio.
Esperamos que esta opción familiar se respete y que no perjudique al niño tomando represalias hacia él, señalándolo o castigándolo. Si consideramos que las tareas no las hacemos en casa, tampoco queremos que después tenga que hacerlas en el colegio en sus tiempos de recreo.
Si hay algún área que haya que reforzar en casa porque nuestro hijo tenga alguna carencia, nos gustaría colaborar en todo lo que sea posible y estamos dispuestos a ofrecer todo tipo de actividades de refuerzo que sean motivantes y sobre todo significativas en su aprendizaje.
Y evidentemente estamos a tu disposición para proponer nuevos tipos de deberes voluntarios: que vayan a comprar con sus padres y paguen ellos, que cocinen algo el fin de semana en familia, que vayan en bici y observen las hojas de los árboles, que jueguen a las cartas o algún juego de mesa, que sumen lo que tienen en la hucha, etc. Entendemos que los deberes podrían cubrir necesidades de aprendizaje de los niños que el colegio no puede llegar. Los contenidos de los libros son orientativos y se pueden aprender de muchas formas, o por lo menos así lo entendemos nosotros.
Puede ser que haya familias que admitan y necesiten los deberes, y dado que ninguna ley educativa obliga a poner deberes y tareas, te pedimos que por favor los deberes sean voluntarios y que se dé la opción de hacer actividades alternativas con la familia.
No te hemos pedido una tutoría para exponerte el tema para que lo puedas reflexionar tranquilamente y en unas semanas te la solicitaremos para hablarlo con calma si lo consideras oportuno y necesario.
Atentamente,
zzz, aaa, xxx, eee (Familia con un hijo en edad escolar de 6 años)
Reedito:
Tras las preguntas que algunas personas me habéis hecho de cuál fue la reacción de la maestra, os cuento...
A los pocos días nos mandó una nota diciendo que nos entendía perfectamente y que no había ningún problema, de forma muy agradable y comprensiva. Quedamos que nos enviaría a casa la carpeta con los deberes como a todos los niños para que él no se sintiera diferente, pero que la podíamos devolver tranquilamente sin hacer, que eso no tendría ninguna consecuencia.
Desde ese momento (que fue a principio de curso), mi hijo no hace casi nunca los deberes, y digo casi, porque alguna vez si algo le ha gustado lo ha hecho. Todos los fines de semana trae un libro de lectura con su ficha correspondiente. La mitad de los fines de semana, más o menos, él se ha cogido el libro y lo ha leído. La ficha no la ha hecho nunca todavía. Los deberes de las períodos de vacaciones nunca los hace y si el fin de semana trae alguna ficha tampoco. Entre semana no suele traer casi nunca nada, hay otros niños que llevan el trabajo que no han terminado en clase.
Otra pregunta frecuente que me habéis hecho, ¿ha tenido alguna consecuencia en las notas? Ninguna, las notas de los dos trimestres han sido excelentes, aunque de verdad os digo, que si no fueran buenas tampoco me importaría, las notas escolares de primaria desde mi punto de vista no son importantes mientras se vea que el niño va avanzando, cada uno tiene su proceso y su ritmo.
De verdad, espero que os sirva mi experiencia, el diálogo y el respeto me parece lo más importante para que maestros/as y familias nos podamos entender y seguir avanzando.
Estimado maestro/a:
En primer lugar nos queremos presentar, somos la familia de xxx, de 6 años, formada por su mamá (zzz), su papá (aaa) y su hermana/o (eee)
Estamos muy preocupados por la crianza y educación de nuestros hijos, tanto dentro como fuera de casa. Fuera de casa la Escuela Pública ha sido nuestra opción, somos auténticos defensores de la escuela pública y nos gusta luchar para que cada vez la escuela tenga mayor calidad.
Y dentro de casa nuestra opción es que nuestros hijos tengan procesos de aprendizaje vivenciales y posibilidad de tener muchas experiencias, que descubran el mundo por ellos mismos, que toquen, sientan, jueguen, etc. Nos encanta acompañar a nuestro hijo en sus intereses y motivaciones, abrirle y mostrarle el mundo tal como es y sobre todo pasar muchos momentos juntos en familia, jugando, paseando, cocinando, leyendo, bailando, escuchando música y aprendiendo.
Todas las tardes estamos juntos y en octubre empezaremos con algunas actividades extraescolares que él ha elegido y que nosotros estamos dispuestos a facilitarle. Los fines de semana nos gusta disfrutar de estar en casa, ir a ver a la familia o escaparnos para viajar.
Después de esta pequeña presentación y como estamos viendo que puntualmente estás enviando pequeñas tareas para hacer en casa, te queremos comunicar nuestra posición frente a los deberes para ver si podemos llegar a un consenso por ambas partes.
Entendemos que los niños, como mínimo hasta que llegan a 3º de primaria, no tendrían que tener deberes ni tareas que realizar en casa por no haberlas terminado en clase. Y quizás a partir de 3º de primaria, ir dedicando progresivamente algún tiempo a repasar lo visto en clase si se considera necesario.
Rechazamos los deberes porque pensamos que los alumnos/as ya están muchas horas en el colegio realizando sus tareas escolares y que cuando salen del centro escolar tienen que hacer lo que ellos elijan libremente, siguiendo sus principales motivaciones y aficiones: jugar libremente, tener oportunidades de ser curiosos, estar con su familia, leer o que le lean, descansar e incluso aburrirse.
Nuestro hijo es curioso e investigador y le encanta aprender, pero este tipo de deberes los rechaza, no le motivan, no aprende y le crea un rechazo al aprendizaje en la escuela. Él se aburre. Y sinceramente, con tareas repetitivas nosotros tenemos el sentimiento de estar perdiendo el tiempo, aunque en ocasiones sólo sean diez minutos.
Cada maestro o maestra suponemos que tiene sus motivos para mandar deberes a sus alumnos/as: tener un tiempo individual de trabajo, para que los padres se impliquen en el proceso de aprendizaje, para reforzar conocimientos, como hábito de trabajo para estudiar en un futuro. Para nosotros los deberes tradicionales no cumplen ninguno de los motivos anteriores.
Queremos que a nuestro hijo le guste el colegio, que siga queriendo aprender e investigar, que siga siendo curioso, que tenga ganas de descubrir el mundo y que esté motivado y por eso te pedimos que respetes nuestra opción de no entender los deberes como algo obligatorio sino como voluntario.
Queremos gestionar nuestro tiempo y te aseguramos que tendrá muchos aprendizajes que seguro que reforzarán todo lo que podáis hacer en el colegio. Tendrá tiempo para jugar, para estar en familia, para cocinar, jugar a baloncesto, para investigar e incluso tiempo para aburrirse, que para nosotros también es un tiempo muy valioso.
Estamos convencidos de esta opción respecto a los deberes y así lo compartimos con nuestro hijo, no consideramos que sea una irresponsabilidad sino una defensa de lo que consideramos justo, él así lo ha entendido, defendiendo sus derechos como niño a tener su tiempo libre y de ocio.
Esperamos que esta opción familiar se respete y que no perjudique al niño tomando represalias hacia él, señalándolo o castigándolo. Si consideramos que las tareas no las hacemos en casa, tampoco queremos que después tenga que hacerlas en el colegio en sus tiempos de recreo.
Si hay algún área que haya que reforzar en casa porque nuestro hijo tenga alguna carencia, nos gustaría colaborar en todo lo que sea posible y estamos dispuestos a ofrecer todo tipo de actividades de refuerzo que sean motivantes y sobre todo significativas en su aprendizaje.
Y evidentemente estamos a tu disposición para proponer nuevos tipos de deberes voluntarios: que vayan a comprar con sus padres y paguen ellos, que cocinen algo el fin de semana en familia, que vayan en bici y observen las hojas de los árboles, que jueguen a las cartas o algún juego de mesa, que sumen lo que tienen en la hucha, etc. Entendemos que los deberes podrían cubrir necesidades de aprendizaje de los niños que el colegio no puede llegar. Los contenidos de los libros son orientativos y se pueden aprender de muchas formas, o por lo menos así lo entendemos nosotros.
Puede ser que haya familias que admitan y necesiten los deberes, y dado que ninguna ley educativa obliga a poner deberes y tareas, te pedimos que por favor los deberes sean voluntarios y que se dé la opción de hacer actividades alternativas con la familia.
No te hemos pedido una tutoría para exponerte el tema para que lo puedas reflexionar tranquilamente y en unas semanas te la solicitaremos para hablarlo con calma si lo consideras oportuno y necesario.
Atentamente,
zzz, aaa, xxx, eee (Familia con un hijo en edad escolar de 6 años)
Reedito:
Tras las preguntas que algunas personas me habéis hecho de cuál fue la reacción de la maestra, os cuento...
A los pocos días nos mandó una nota diciendo que nos entendía perfectamente y que no había ningún problema, de forma muy agradable y comprensiva. Quedamos que nos enviaría a casa la carpeta con los deberes como a todos los niños para que él no se sintiera diferente, pero que la podíamos devolver tranquilamente sin hacer, que eso no tendría ninguna consecuencia.
Desde ese momento (que fue a principio de curso), mi hijo no hace casi nunca los deberes, y digo casi, porque alguna vez si algo le ha gustado lo ha hecho. Todos los fines de semana trae un libro de lectura con su ficha correspondiente. La mitad de los fines de semana, más o menos, él se ha cogido el libro y lo ha leído. La ficha no la ha hecho nunca todavía. Los deberes de las períodos de vacaciones nunca los hace y si el fin de semana trae alguna ficha tampoco. Entre semana no suele traer casi nunca nada, hay otros niños que llevan el trabajo que no han terminado en clase.
Otra pregunta frecuente que me habéis hecho, ¿ha tenido alguna consecuencia en las notas? Ninguna, las notas de los dos trimestres han sido excelentes, aunque de verdad os digo, que si no fueran buenas tampoco me importaría, las notas escolares de primaria desde mi punto de vista no son importantes mientras se vea que el niño va avanzando, cada uno tiene su proceso y su ritmo.
De verdad, espero que os sirva mi experiencia, el diálogo y el respeto me parece lo más importante para que maestros/as y familias nos podamos entender y seguir avanzando.