El invierno ha sido duro en nuestro gallinero. Gallinas nuevas más gallinas viejas e invierno es una mala mezcla que como resultado nos da muy pocos huevos.
Llegó la primavera, las gallinas jóvenes crecieron y la ilusión volvió al gallinero.
Recoger los huevos siempre es emocionante, ahora la peque ya está disfrutando muchísimo.
Un trabajo en equipo.
Y como dice el peque, ¡los próximos ahorros para hacer un vallado más grande para las gallinas!