- Mamá, jugamos a tiendas que hace mucho que no jugamos?
- Vale, prepáralo...
Empezó recolectando las frutas y verduras que tenemos dispersas por diferentes sitios y las cajas de fresas que tengo guardadas (siento especial atracción hacia este tipo de cajas).
Frutas de madera, de fieltro, de tela y de plástico... ¡de todos los tipos! No es un supermercado de diseño, pero tiene su encanto, sobre todo cuando queda personalizado por un niño.
Así quedó su frutería.
Siempre pienso que en las propuestas de nuestros hijos están sus mayores aprendizajes porque verdaderamente están interesados, salen de ellos y están muy motivados.
Estuvimos rato y rato comprando y vendiendo, jugando con cantidades, monedas, sumando, dando cambios... ¡Y disfrutando!
Y la peque, allí implicada... ¡mi acompañante de compras!
¡Feliz domingo!