Como todos los años y a modo de ritual, estamos en la época de recoger y secar la lavanda.
Ya voy pensando como haré los saquitos este año, me gusta ir variando.
Momentos de disfrute en familia.
La recogemos, la ponemos en ramilletes y la dejamos a secar en una zona sombría y cubierta, durante varios días.
Los diferentes insectos siguen disfrutando de la lavanda, no la cortamos toda, es un gozo verlos a diario alimentarse de ella.
Estos días andamos entretenidos... ¿se nota, no?
¡Espero que os llegue el olor!