Este niño crece y va teniendo muy claras sus aficiones.
Nuestra actividad estrella para este verano la tenemos clara, jugar en la canasta de baloncesto.
Jugamos al 21, a meter 100 puntos entre los que jugamos, uno contra uno, dos contra dos si vienen algunos amigos...
Todos aprendemos, ¡hasta los perros1. Krash siempre se vuelve loco cuando ve una pelota y al principio era imposible jugar con él cerca, pero ahora ha aprendido y observa atentamente. Osca nunca ha tenido especial atracción hacia las pelotas y siempre nos ha dejado jugar a todo.
Da igual la hora, ¡cualquier momento es bueno para jugar con la pelota de baloncesto!