Hace unos días estuvimos pintando huellas de dinosaurio de dos formas diferentes.
Primero buscamos las huellas en el ordenador, las imprimimos, recortamos y pegamos en una cartulina.
Y a partir de allí pintamos con témperas su silueta, todas iguales, cada una de un color... En nuestro caso eligió para todas el blanco.
Después lo hicimos al revés y con lo que nos había quedado de lo recortado, pintamos su interior. Aquí eligió varios colores.
Y como le supo a poco, sacamos nuestras hojas secas e hicimos lo mismo con la silueta.
¡Con las hojas me encanta el resultado!
Y mira por donde me sorprendió con un dinosaurio, así... a su forma y manera.
Y al día siguiente, una vez todo seco, a despegar las cartulinas y ver el resultado... ¡qué emoción!
¡Y así quedó todo su trabajo!

¡Hasta mañana!