Hoy tenemos sesión de pintura, me dijo... ¡pues allá vamos! Lo que más le gusta es sacar las pinturas, mezclar colores, experimentar... Después pintar ¡hay días que más bien poco! Pero todo son experiencias.
Quería pintar con agua y entonces me acordé de una propuesta que había visto aquí y también en el blog de Feinetes pendents, pintar bichos muy divertidos.
Con las mezclas de témpera y agua que había hecho en los cuencos, fue haciendo "manchas" con los cuenta gotas y después soplando con unas pajitas.
Con cuatro bichos tuvo suficiente.
¡Y los dejamos secar hasta el día siguiente, que la pintura estaba muy líquida!
La sesión continuó con recorridos, pintamos filtros de café... ¡y limpieza de todo!
Al día siguiente pegamos los ojos.
Dibujó las bocas.
Y después le dio su toque más personal.
¡Muy divertido!