No puedo quitarme de la cabeza el momento en que papá abría su paquete.
Su autor estaba nervioso, sonriente, ojos chispeantes, pequeños movimientos de satisfacción, lo había hecho él para él.
Un cuadro hecho con muchísima ilusión, con mucho cariño y amor, para papá porque era su cumpleaños, nunca lo habíamos vivido igual hasta ahora.
Lo preparamos a escondidas, puerta cerrada, sin que nos viera, con mucha emoción en todo momento.
Era la primera vez que hacía un cuadro de algo concreto, en este caso un paisaje. Utilizó los colores y materiales que quiso, yo disfrutaba simplemente observando.
Lo dejamos a secar en un lugar secreto porque quería pintarle unos frutos en el árbol.
Su descripción: Un árbol, el sol, la nube grande azul y otra pequeña que tapa un poco el sol, una flor y muchos pájaros (círculos violetas). Un nido en el árbol (el círculo más grande) y otro que se ha caído en color amarillo.
Disfrutar de estos momentos tan intensos con nuestros hijos no tiene precio.
A papá le encantó su regalo y ya lo hemos colocado en un lugar especial de la casa, sobre un pequeño caballete.
¡Feliz domingo!